Pronosticar la formación de tormentas eléctricas depende de la evaluación que el meteorólogo realice de los datos de radiosondas, de estaciones meteorológicas, análisis de imágenes de satélite y mapas meteorológicos, y los modelos de pronóstico. De esta forma determina las corrientes de humedad, la estabilidad y patrones de vientos a diferentes alturas de la atmósfera, que pueden resultar en la formación de tronadas y lluvias fuertes, u otros efectos.

Una mirada ocasional al cielo da la señal de la formación de nubes densas con bases bajas y oscuras, típicas de las tronadas. Siempre observa si hay rotación en alguna parte de la nube, pues este es un indicador de la severidad de la tronada.

Nuevas tecnología de satélite detectan la formación rápida de tronadas para proveer mayor tiempo de aviso al publico ante condiciones severas del tiempo.

Una vez las nubes con lluvia se forman, el radar y satélite meteorológico ilustran la localización de las tormentas eléctricas. El satélite es el primer indicador mostrando la ubicación de las nubes. Mientras el radar muestra la cobertura y la intensidad de la lluvia. La lluvia en el trópico es fragmentada pues la naturaleza de las nubes cumulus tropicales son dispersas y no tiene gran cobertura (1 km o menos en diámetro). Sin embargo, cuando la intensidad de la lluvia es fuerte y la extensión de la lluvia dentro de la nube es alta (cerca de 25,000 pies o más), es considerado como una tronada.

Varias imágenes del radar del Servicio Nacional de Meteorología de San Juan. Los colores verdes representan lluvias débiles, mientras las mas rojizas representan lluvias copiosas o intensas.