Efectos
La mayoría de las personas al pensar en los huracanes lo que piensan es en los vientos. Si pasaste por la experiencia de un huracán fuerte como Georges (1998) o Hugo (1989), de seguro no puedes olvidar el sonido aterrador que producen los vientos. Muchas personas asumen que la fuerza de los vientos sobre las edificaciones es lo que causa la destrucción. Sin embargo, aparte de los vientos, el agua causa gran destrucción y muertes. El agua por las lluvias torrenciales provoca que los ríos se desborden y arrastren lo que encuentren a su camino. Pero más importante aún es el poder del agua del mar que se acumula sobre las aguas costeras, fenómeno conocido como la marejada ciclónica.
Marejada Ciclonica
Este efecto de los huracanes es poco conocido por las personas pero es de gran relevancia. Un gran por ciento de personas mueren ahogadas debido al efecto de la marejada ciclónica. Esto es el aumento del nivel del mar y acumulación de agua sobre la costa debido a la disminución de la presión atmosférica asociado al paso del ojo del huracán y a los vientos fuertes. Sobre el océano, la marejada ciclónica es casi imperceptible, pero tan pronto el huracán se acerca y entra a un área costera, el nivel del agua aumenta significativamente alcanzando hasta 12 pies de altura o más sobre el nivel del mar. La situación se vuelve desastrosa si se combinan los siguientes factores: el oleaje fuerte por los vientos huracanados, una marea astronómica alta, forma cóncava y poca profundidad de las costas.
Marejada Ciclónica mientras entraba y destruía escuela en costas de Luisiana durante el huracán Katrina. (Don McCloskey)
Aquellas estructuras que quedan localizadas próximas a las costas recibirán daños serios y hasta pueden ser barridas completamente por la marejada ciclónica. Igualmente personas que se queden dentro de estas edificaciones o dentro de sus embarcaciones pueden perecer ahogadas.
Muchos jóvenes disfrutan del deporte del “surfing”. Cuando se acerca un huracán, las olas y la marejada aumenta, lo que puede parecer tentador para muchos. Pero ya han sido muchos los jóvenes que han muerto por las corrientes submarinas que se producen con estas marejadas, y remolinos que arrastran a los nadadores o “surfers” hasta aguas profundas, que aún los de mayor experiencia no pueden sobrevivirlas. De ninguna forma pongas en riesgo tu vida y la de tus amigos cuando se acerca o aleja un huracán, y aún pongas en riesgo a la persona que te tendrá que ir a rescatar.
Las áreas que resultarán más afectadas por la marejada ciclónica dependerán de la dirección y lugar de entrada del huracán a las costas de nuestra isla. Las áreas costeras del este y sur de la isla son las áreas más vulnerables por la poca profundidad de sus aguas circundantes. El efecto de la marejada ciclónica, sin considerar el efecto del viento, puede variar entre 7 y 11 pies de altura sobre el nivel del mar. Si se le añade el efecto del viento, la marejada ciclónica puede alcanzar aproximadamente entre 10 y 15 pies de altura sobre el nivel del mar.
Desafortunadamente, gran parte de la población de nuestra isla se encuentra localizada en las áreas costeras de baja elevación. Estas áreas pueden verse seriamente afectadas por la marejada ciclónica por lo cual es necesario desalojarlas previo a la llegada del huracán como medida de precaución.
Las agencias FEMA (Federal Emergency Management Agency), U.S. Corps of Engineers y la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias han publicado unos Atlas de Marejada Ciclónica para todos los pueblos costeros de Puerto Rico, incluyendo Vieques y Culebra. Aquí encontrarás información sobre la altura y extensión de la marejada ciclónica en tu municipio, si es costero. Es sumamente importante que sepas si tu hogar es susceptible o no a la marejada ciclónica.
Video de Marejada Ciclonica de Katrina
Vientos
Para algunas edificaciones, los vientos huracanados son suficientes para causar su destrucción total. Evidencia de esto fue el huracán Georges (1998), al azotar nuestra isla donde miles de personas perdieron sus residencias completamente desde sus cimientos, o cuando muchas de ellas al levantarse los techos de sus residencias también perdieron su vida y/o todas las pertenencias en su interior.
La fuerza del viento sobre estructuras pobremente construídas o instaladas puede resultar en daños severos. En realidad, la fuerza devastadora del viento aumenta con el cuadrado de la velocidad del viento. Por esto cuando la velocidad del viento se dobla, la fuerza del viento es cuatro veces mayor sobre las estructuras.
Algunos huracanes también producen tornados, los cuales ocasionan daños adicionales a su paso. La mayor amenaza de los vientos huracanados es que arrastran objetos tales como muebles de patio, rótulos, techos, planchas de zinc, los que son lanzados como proyectiles hacia otras estructuras. Los vientos ocasionan también la caída de postes, tendido eléctrico, y árboles los cuales obstruyen carreteras, calles y vías de tránsito presentando grandes peligros luego del paso del huracán, especialmente si están escondidos bajo agua.
Muchas personas piensan que el huracán puede virar, ya que una vez pasada la calma, los vientos fuertes comienzan a soplar nuevamente. Esto se conoce comúnmente como la VIRAZÓN. En realidad no es que el huracán vire, sino que después que pasa el ojo, permite la calma, continúa la segunda mitad del huracán, entonces los vientos cambian de dirección. Esta calma del ojo es muy peligrosa pues muchas personas piensan que el peligro ya ha pasado cuando en realidad no es así. La única forma de saberlo es manteniéndose informado a través de los medios de comunicación durante la emergencia para que sepas la ruta exacta del fenómeno.
Daños ocasionados por viento después del paso del huracán Georges en 1998 (FEMA).
Inundaciones Repentinas
Uno de los efectos más significativos de los huracanes son las lluvias tan intensas que le acompañan. La lluvia es más recia y violenta alrededor del centro, pero se puede producir lluvia extrema lejos del centro si hay efectos locales envueltos, por ejemplo, las montañas, como ocurrió durante el huracán Hortense en 1996 en el área de Guayama y Bayamón. El resultado de estas lluvias intensas es el desarrollo de inundaciones extraordinarias en las planicies costeras y en los valles del interior de la isla, y deslizamientos de terreno en las áreas montañosas. Este efecto es más significativo si el movimiento de traslación del huracán es relativamente lento cerca de nuestra isla.
Daños ocasionados por inundaciones de río después del paso del huracán Georges en 1998 (FEMA).
La mayor tragedia humana que ha sufrido Puerto Rico por huracanes fue en 1899 cuando el huracán San Ciriaco produjo la muerte de 3,300 personas. San Ciriaco fue un huracán de gran intensidad, y las cantidades de lluvia fueron extremas. Según la historia fue el agua y no el viento lo que ocasionó tantas muertes. El huracán San Ciriaco en 1899 y San Felipe en 1928 produjeron 23.0 y 29.6 pulgadas de lluvia respectivamente durante su paso por la isla en el municipio de Adjuntas. Ambos cruzaron la isla diagonalmente del sureste al noroeste. Las inundaciones acaecidas por estos huracanes produjeron la muerte a miles de personas. El paso del Huracán Donna en 1960, a 80 millas de la costa noreste de la isla, ocasionó la muerte a más de un centenar de personas por las inundaciones severas que se produjeron, sin embargo, no fue un azote directo.
El paso de un huracán cerca o a través de la isla, no es la única razón por la que tenemos inundaciones. Las inundaciones ocurridas durante Enero de 1992 (Inundaciones de Reyes), y en Octubre de 1985 (Inundaciones de Mameyes) consideradas como severas, no estuvieron relacionados a huracanes, pero sí a un Frente de Frío, y una intensa Onda Tropical respectivamente.
Debido a que tres cuartas partes de nuestra isla es de naturaleza montañosa, con pendientes desde moderadas hasta abruptas, las cuencas de los ríos son relativamente pequeñas, de poca profundidad, muchas de las inundaciones que se producen son del tipo repentinas. Una INUNDACIÓN REPENTINA es aquella que se produce en intérvalo de minutos hasta seis horas, luego del evento de lluvia. En ocasiones este fenómeno puede producirse sin que esté lloviendo sobre el área afectada. En Puerto Rico, se conoce popularmente como «golpe de agua». Los deslizamientos y derrumbes de terrenos se producen en las pendientes de las montañas debido a la acumulación de agua o saturación del terreno por las grandes cantidades de lluvia. En muchas ocasiones este proceso natural es agravado por las actividades que desarrolla el ser humano tales como carreteras y caminos, obras de desague, pozos sépticos, etc.
En adición a estas inundaciones riberinas ocurren inundaciones urbanas causadas por las deficiencias de los drenajes y cuando el agua se acumula en áreas bajas. Hay en Puerto Rico 14,500 familias y un total de 55,000 habitantes que viven en áreas de alto riesgo a las inundaciones.
También la saturación del terreno por las lluvias intensas causan un problema serio a las zonas susceptibles a los derrumbes. En nuestra isla, hay varias regiones especialmente a lo largo de las pendientes de las montañas de la Cordillera Central que son altamente vulnerables a los deslizamientos o derrumbes. Aquellas casas o estructuras construídas sobre terrenos débiles, pueden verse afectados en cualquier momento por los derrumbes. Una de las tragedias más grandes provocadas por derrumbes fue en octubre de 1985, cuando las residencias del Barrio Mameyes en Ponce quedaron sepultadas con sus habitantes bajo los escombros del inmenso deslizamiento después que una onda tropical dejara lluvias intensas en la región.