Pronóstico
Para evitar perdida de vida y propiedad asociada a los volcanes, lo ideal sería poder pronosticar con exactitud su comportamiento, puesto que es imposible impedir o detener una erupción volcánica. Es posible pronosticar actividad volcánica pero no es una tarea sencilla ni totalmente confiable. Los vulcanólogos (los científicos que estudian volcanes) miden y agrupan datos relacionados con los cambios en la estructura del volcán y utilizan modelos de computadora que les ayudan a tomar decisiones. Tratan de definir si el volcán estará demostrando que puede “despertar” y explotar, y de ser así, ¿cuándo ocurrirá?
Antes de haber una erupción, el volcán puede emitir un conjunto de sonidos y cambios medibles —truenos, vibraciones sísmicas y emisiones— que sirven como signos de advertencia, siempre y cuando se puedan medir u observar estas señales. Las grandes erupciones movilizan amplias masas de tierra y liberan impresionantes cantidades de energía, y no pasan como desapercibidos.
Cada sistema volcánico es único y la ciencia de pronóstico de volcanes está en crecimiento y evolución. Constantemente se pone a prueba la capacidad de los vulcanólogos para leer e interpretar estos signos de advertencia.